lunes, octubre 20, 2008

Vida de Perros




Pensaba que se llamaba Alberto, pero con el tiempo me enteré que su nombre real era Freddy. Nunca he sido amante de los perros, al contrario, sus ladridos me molestan, al igual que sus desesperadas demostraciones de afecto hacia el primero que les toma en cuenta. Tal vez por eso siempre he simpatizado más con los gatos, se adaptan más a mis necesidades, animal distante y estepárico.

A pesar de todas estas aprehensiones, a este perro lo estimo. En muchas tardes post Universidad, en esas tertulias junto a un gran amigo, donde se suponía que arreglaríamos el mundo sentados en un banco observando el ir y venir de personas, mientras dejábamos pasar tiempos preciosos, este perro vago aparecia de la nada, cual visitante intempestivo, que nos hacía volcar de inmediato la conversación hacía él. Nos quejábamos de nimiedades, pero ese perro si que estaba abandonado. Su característica pata quebrada, su hocico un tanto chueco, y en definitiva su aspecto lastimero, obviamente conmovía incluso a quien no simpatizaba con los canes. Pasó el tiempo, incluso años, y el perro seguía apareciendo en conversaciones de cervezas y rock and roll, jamás lo olvidamos. Cada vez se le veía menos, tal vez porque los espacios que en su tiempo eran comunes hoy son menos visitados. Sin embargo, saber que aquel perro que nos hacía virar nuestras individualistas conversaciones de antaño está mejor, repuesto, bien alimentado, incluso con hogar, me hace pensar que hasta el más desdichado puede pasar de días nublados y fríos, a tardes primaverales con olor a jazmín.

Suerte Alberto, de verdad merecías vivir tranquilo tus últimos años.

Rodrigo

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande Alberto....wn. La verdad a mi tampoco me gustan muchos los perros; en realidad no me agradan mucho los animales, sí más que las personas (son más sinceros, afables y fieles). Y...... bien por Alberto, que se cuide y reponga de tantos años tristes.

Cualquiera desearía esa vejez.


Max

Profe Rolando dijo...

Jaja.. que wena... tambien me acuerdo.
Como siempre nostalgico tu post. Bien, el momento.. digamos que es meritorio.

Saludos.

Anónimo dijo...

En mi camino tambien anduvo ese perro..claramente no sabía su historia...pero todo se fue enlazando y finalmente terminó en que supe la historia gracias a la dueña...un día se cruzó para que le sacara fotos...las que sirvieron para que existiera esta reflexión...es bueno hacer aportes con cosas simples que sirven para configurar cosas grandes...


y se llamaba Freddy oficialmente...

je!


Caro...

Anónimo dijo...

Rodrigo siempre tuvo esa fijación por los perros, fijación que va más allá de simple amor hacia los animales, podríamos de decir que una fijación casi sexual... Recuerdo cuando comentó acerca de una particularidad de un perro de "5" patas.
Ahora si, en serio, es bueno saber que uno se preocupa por los animales. Hace poco a mi perro lo atropellaron, menos mal que se esta recuperando, me asuste tanto que hasta leche le preparaba para que se sintiera mejor.

Chatel

Anónimo dijo...

lindo post...yo quiero un gato que se llame saltamonte.
ojalá el dulce dictador que tengo en casa me apoye.

sol

Clementine dijo...

Jajaja sí sí, pero dije que era de alguien, no de quién, para darle misterio a la situación xD además lo puse entre comillas, estrictamente no es plagio jajaja
Saludos muchachote !:)

Anónimo dijo...

Ohhhhhh sali sitado jauajau , claro viejo ni pensar que queriamos cambiar el mundo, quiza ahora lo aceptamos tal como esta y con algunas variaciones, o nose wn. Asi que el wn se llamaba fredy, jauajua aunque en un periodico lei que se llamaba alberto,grande ese perro, yo solo puedo decir que soy un amante de los perros,grande fredyyy¡¡¡