domingo, enero 25, 2009

Los Alumnos de la Escuela del Mundo al revés


Día tras día, se niega a los niños el derecho de ser niños. Los hechos, que se burlan de ese derecho, imparten sus enseñanzas en la vida cotidiana. El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero, para que se acostumbren a actuar como el dinero actúa. El mundo trata a los niños pobres como si fueran basura, para que se conviertan en basura. Y a los del medio, a los niños que no son ricos ni pobres, los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano acepten, como destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte tienen los niños que consiguen ser niños. 


Eduardo Galeano,"Patas arriba: La escuela del mundo al revés"

sábado, enero 24, 2009

UN LLAMADO

Creo que muchas veces nos hemos sentido derrotados en este mundo en el cual nos toca desenvolvernos y que algunas veces insiste, una y otra vez en golpearnos con su apatía y desencanto. Muchas veces nos vemos inmersos en profundas depresiones y túneles ante los cuales no se ve ninguna luz y creemos que la vida tan solo está formada por una oscuridad absoluta. Debo reconocer que muchas veces he pasado por periodos de tristeza y de una derrota extrema, y otras épocas de una alegría desbordante, periodos aleatorios y desenfrenados que no llevan a ningún lado, tan solo extremos en donde uno no ve mas allá de su vida y de sus propios problemas, periodos de puro individualismo.

Hoy día quiero hablar no de una posición anímica individual, no desde un periodo de buena o mala racha, tan solo quiero hablar desde una posición firme y no meramente coyuntural, sino desde la posición de un ser humano que posee inquietudes intelectuales y sociales. Un ser humano que tan solo pretende invocar a la reflexión desde la duda critica y valida. Un ciudadano que pretende hacer un llamado, desde la periferia, a realizar un esfuerzo porque este medio de difusión, que construimos cuando éramos estudiantes se desarrolle, difunda y crezca, como una alternativa válida de expresión. Demostrando de esta manera, que las personas comunes y corrientes no estamos silenciadas, no estamos calladas ni abrumadas, aunque algunas veces la fuerzas fallen. Debemos demostrar, de alguna manera, que podemos luchar contra la apatía y la desidia que nos ronda, pero que no debe prevalecer, por más que algunas veces aparezca, no debe prevalecer.

J.F. Rekabarren.

viernes, enero 23, 2009

El Ramal



El Ramal Talca – Constitución (En el caso nuestro Constitución -Talca)

El viaje en un viejo buscarril que se serpentea de manera casi erótica, bordeando y atravesando al río Maule, es el momento preciso para sentirse parte de algo superior, y no me refiero precisamente a dios, sino a la Naturaleza. Sin ahondar mucho en la disputa entre cosmovisión griega – occidental – antropocéntrica versus la cosmovisión nativa americana naturocentrica, y sólo con el afán de repensar siglos de evolución histórica se recomienda viajar en este ramal, único por lo demás en Chile, país donde la empresa Estatal de Ferrocarril se ha convertido en el bolsillo más cercano a la mano de pagadora de favores políticos del gobierno; desmantelando, de esta forma a este romántico medio de transporte.
Los vagones, mientras se desarrolla el viaje, pasan lentamente amalgamándose con la arbolada, con los matorrales, pareciera; incluso que el pitido del maquinista para anunciar su paso fuera el silbido de un ave de vapor que revolotea exhibicionistamente ante uno que otro curioso fotógrafo. Las estaciones nos recuerdan que somos humanos, y no criaturas, que aunque lo quisiéramos, nos hacemos parte, de forma embrionaria de paisaje natural, talvez como aves, talvez como agua, talvez como árboles, en fin; sin embargo el despertar nos es tan amargo, ya que una estación nos recuerda que los humanos no tan sólo podemos destruir, podemos transformar la vid en chicha, chicha de Curtiduría. Ya se acerca la última estación, Talca. El viaje, aunque agotador físicamente, nos renueva el alma, se llega a Talca, los que no lo conocen la conocerán y sólo les faltará París y Londres.

Es Solo Una Cuestión de Expectativas




Si uno No se hiciera expectativas de las cosas que nos van pasando en nuestra cotidianeidad, definitivamente creo que todos seriamos algo más felices de lo que realmente somos. Si, porque no hay mayor satisfacción que cuando una nota en un certamen, un carrete, un partido de futbol o tal vez una muchacha, te sorprenden gratamente, superando lo que en un primer momento se podía esperar. Ejemplo burdo pero no por eso menos gráfico fue el triunfo de Chile ante Argentina, nadie se lo esperaba y por lo tanto superó las expectativas de la gran mayoría, lo cual generó un fuerte frenesí colectivo.

Cuando uno No se hace expectativas, y las cosas resultan bien, se experimenta una sensación de satisfacción, de alegría incluso, porque de la nada surgió algo que no se esperaba que fuera tan positivo. Sin embargo cuando te ilusionas por algo, he ahí el problema, porque el costalazo que te puedes mandar está a la vuelta de la esquina. Bien algo que no esté a la altura de las expectativas generadas en tu cabeza puede provocar un conflicto interno de mayor o menor grado dependiendo de las circunstancias

Por eso es mejor dejar que las cosas caigan por su propio peso y no hacerse expectativas de nada, así todo lo que llegué será bien recibido, aunque sea una mierda, pero que importa, incluso esa mierda no la esperabas recibir…..

En definitiva, hacerse expectativas desmesuradas a nuestra realidad bien pueden generar a la postre frustraciones y desazón.

Rodrigo