Hoy he decidido darle un ultimátum a tu recuerdo. En primer lugar le propuse que se fuera sin hacer demasiado escándalo, sólo que se fuera y me dejara dormir en paz, pero al no darme resultado esta estrategia, decidí plantearle que se fuera o lo mataba, que es lo mismo que decirle que lo olvidaba, que lo sentenciaba al olvido. Pero tu recuerdo es testarudo y trasgresor, se resiste a ser lanzado en el olvido, se resiste a quedarse exiliado en alguna isla lejana de la memoria, encerrado en algún baúl, del cual se pierde la llave.
Hoy he decidido darle un ultimátum a tu recuerdo, o se va él o me destapo los sesos de un balazo, que él decida, ya que yo desde que te conocí, no respondo por mis actos.
Hoy he decidido darle un ultimátum a tu recuerdo, o se va él o me destapo los sesos de un balazo, que él decida, ya que yo desde que te conocí, no respondo por mis actos.
J. F. REKABARREN.