(…) y al malo sólo el cariño lo vuelve puro y sincero.
Violeta Parra. Volver a los 17

Mientras la derecha propone las penas del infierno para Miguelito, la concertación no hace nada más que decir "que la instituciones funcionen", y el niño- delincuente continúa trazando su camino como si estuviera escrito en algún libro de vaticinios inmemoriales.
Un niño que vive en la un barrio caracterizado por la delincuencia, con su padre en la cárcel, sin más expectativa que seguir transgrediendo la ley, con un constante salir y entrar de los hogares del SENAME. ¿Qué más se puede pedir de él? ¿Que salga e medicina en la U. de Chile?
Rebajan la edad para que los menores sean juzgados, dicen algunos. ¿y qué se ha hecho? Segregarlos y estigmatizarlos como delincuentes, no dejarles otro destino.
Cuando pasan casos como los del Cabo Vera y el Cabo Moyano, es el pueblo reprimido, vulgarizado y desesperanzado el que se venga de la sociedad que lo subyuga; pero esa venganza no es contra quienes lo controlan todo, es sobre piezas insípidas de un sistema de dominación monstruoso y tácito de sobrentendido.
Lamentablemente Miguelito no puede mandar a la hoguera el libro de vaticinios inmemoriales; ese trabajo es de la sociedad que se lo escribió.

Chatel