martes, enero 22, 2008

Manuscrito, Sur y Casa


"Hubo un día en que definitivamente comprendió que hay innumerables bondades naturales más allá de casa. Se dio cuenta de que existían paisajes escalofriantemente conmovedores que te hacen pensar que todo lo que has visto es corriente, montañas esculpidas por el más notable y hábil de los artesanos, árboles que han sido observadores privilegiados de escenas repetidas pero sumamente cautivantes.
La casa es el lugar donde siempre se sentirá cómodo, ese sentimiento que lo otorga la costumbre, lo consuetudinario. Si se queda siempre en el mismo lugar, dejará de presenciar otros escenarios. La casa siempre estará allí, la costumbre bien puede tener un lapsus.
El ahora cree que la naturaleza es la principal virtud, lo más rescatable de lo que podemos experimentar en este paso fugaz que aún tiene bastantes páginas por escribir".



Hay momentos en que creo que tiene razón. Esos son los instantes en que la naturaleza se superpone al elemento social, a lo que te pueden dar las personas.
Lamentablemente ni los árboles ni las montañas sonrien, tampoco te podrán comentar de su circunstancia, sólo te harán compañía, y aunque creas que te estan poniendo atención en lo que dices, difícilmente escucharas una voz de retorno……



(texto ilógico generado por la lectura de un manuscrito de hace 7 años, por un viaje al sur, y por la llegada a la realidad de la casa)



Rodrigo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como esa cancion de los prisioneros tren al sur,debe ser super bonito. Efectivamente, la naturaleza no habla pero buta que deleita, ni pensar que eso no basta pa que el ser humano la respete y la cuide. Que bien que te haya gustado el sur o extremo sur mas bien y ojala volvai a esos lares, nunca se sabe pues. Nos vemos compadre. saludos.

Anónimo dijo...

inolvidable es todo lo que pasó, todos seran recuerdos para contar: vivencias o armas para socializar, etc. Pero nombres, lugares, y personas solo estarán en nuestra memoria y será imposible de reproducir o exlicar.