jueves, junio 05, 2008

La Ultima Noche (Parte 1)



La casa estaba destruida, parecía que las cosas no habían salido tan bien después de la última noche. Las discusiones destruyeron cada atisbo de amor que aun existía. El ennegrecer de la tarde disimuló la cordura y el frio de la medianoche paralizó cualquier proceder. Ya no son lo que eran, sus rostros explicitan el horror de aquella última mirada.


Son las cinco y media, veo individuos que vienen y van, su ritmo acelerado me desespera. Rostros ingrávidos reconsideran mi desconfianza en la humanidad. Es su última oportunidad, la cena expiará sus faltas e indudablemente el vino abrigará el deseo, ansío creer en sus promesas y que al fin sea esta la ocasión definitiva. Prometió que desde hoy será todo distinto.
Cuando recuerdo sus ojos la primera vez que nos miramos vuelvo al cielo, tal vez si no hubiese continuado mirándolos no habría descendido al infierno.
Acaba de llegar, su frialdad cala mis huesos aunque su mirada profunda aún me descontrola, nuevamente lo miro esperando ver el cielo pero su seño aleja mi calidez.

El mismo restaurante de siempre recrea aquella primera mirada llena de promesas vagas.
–Lo de siempre no?...

Con aquella voz profunda y distante me aleja de su promesa como de la elección del menú, intento seguir creyendo.

–Calamares en su tinta y el vino de siempre- Es la elección de ambos.

Su rostro cambia, sufre aquella metamorfosis que tanto temía, la ternura que antes vi ya no existe y la seducción de sus palabras ya no es tal. Siento que cada vez aleja su cercanía con la frialdad de sus ojos negros, aquellos ojos que reflejan su oscuridad en el plato.
No escucho sus palabras, ni entiendo sus gestos; la melancolía me impide disfrutar aquella ambrosía convirtiendo aquel festín en un nauseabundo y repugnante banquete. El vino apacigua el dolor que viene a mi mente.

Dentro del balbucear ininteligible de su monólogo, le escucho decir:

- A pesar de los años, parece que todo mejora …¿no?

Mientras rasga con su hermosa sonrisa aquel momento indeseado, y antes de poder contestar repite:

– aun te amo, se que todo mejora… como esta cena… y eso he intentado esta noche, ¿estás de acuerdo?-


La cena es asquerosa y asquerosa es nuestra vida, me encantaría gritarle. Pero aún no, no puedo.
...

http://www.youtube.com/watch?v=jGOwiK_lMxY&feature=related

Max

3 comentarios:

Anónimo dijo...

por qué no gritar a tiempo?
nunca es tarde para darse cuenta de los errores, al menos, eso dicen...

canastafamiliar dijo...

m. del sur?

Anónimo dijo...

Esta pequeña historia es tan especial para los dos...
El amor desmedido junto a la rutina que todo lo estanca, es increible que hagamos lo mismo e incluso pensemos lo mismo.

te amo.