Esto de Crecer

Hay momentos en que uno reflexiona sobre su circunstancia, sobre donde “está parado”, hacia donde va. Esas preguntas son recientes, las ideas que versan sobre un cuestionamiento de nosotros mismos se produce solo cuando entramos a la adolescencia, época en que uno deja la mentalidad infantil, que hablaba sobre tardes enteras pegado a la TV mirando Snoppy, el pajaro loco, robotech (quien no soñó alguna vez con ser Rick Hunter), los supercampeones, los silver hawks, entre otros grandes héroes de nuestra infancia, y quienes ingenuamente para nosotros eran una suerte de modelos a seguir, copiando sus frases y movimientos o comprando los álbumes respectivos, vicio que nos hacia gastar las escasas monedas que nos daban nuestros padres en aquella época, momentos en que 500 pesos era una cifra astronómica, si, porque te alcanza para 10 sobres en algunos casos.. Quien alguna vez no faltó a clases para quedarse viendo monitos en la pieza de sus papás…. O esos días de invierno en que no podías salir a la calle y tenias que quedarte viendo las escasas opciones que te daban los canales nacionales y estabas obligado a ver “cine en su casa” en el 13 (recuerdo claramente que en esa circunstancia fue la primera vez que vi el “hombre manos de tijeras”). Para que hablar del renacer primaveral, esa era la mejor época, cuando después de un receso por las lluvias te ponías nuevamente a jugar a la pelota en el pasaje con los cabros del barrio, teníamos energía para regalar y solo se acababa el juego cuando el típico vecino amargado quitaba nuestros queridos balones de fútbol.
Esa era nuestra vida antes, pocas veces nos ponemos a pensar en lo que fuimos, la verdad es que esa nostalgia llega en momentos puntuales, a mi me llegó estos dias, ya que mi carnet sumó ayer un nuevo dígito. Mientras los guarismos aumenten, más lejanos a nuestras actuales circunstancias se verán aquellos hermosos recuerdos de niñez. Es cierto, el tiempo es implacable, también es correcto que muchas veces nos toca vivir cosas en momentos en que aun no estamos preparados, pero eso es parte de la vida, así es y no hay otra, pero eso no implica que debamos dejar que se llene de polvo nuestro preciado baúl de recuerdos infantiles, que hablan de la mejor epoca de nuestras vidas…. Aun no soy adulto, tampoco e vivido la vejez, pero tengo la absoluta certeza que en ninguna de estas etapas seré tan feliz como lo fui cuando niño, cuando no teniamos responsabilidades y disfrutabamos de las cosas pequeñas.

Rodrigo