Rutina

Hoy no fue una día fácil, creo que ya ninguno lo es. En eso pensaba cuando subía a la micro que me lleva todos los días a casa. Tendré que ocupar el tiempo en algo, una hora de espera, de ocio, de pasar el rato sin hacer nada, es difícil, pero la costumbre hace que en ocasiones los árboles signifiquen algo nuevo y especial; que vuele la imaginación en un segundo, definitivamente la música ayuda, escuchar A Question of Heaven, reduce la espera, en todo eso pensaba cuando subía a la micro, tome asiento en la ultima fila del bus, como siempre, la rutina en ocasiones gana. La maquina comenzó a avanzar a la velocidad de siempre, por la misma calle, todo igual. Siguiendo con la rutina, no soy el único que viaja, cientos de personas hacen lo mismo, rutinas que se mezclan y relacionan en un simple asiento numerado, así recogió personas. Un personaje avanza, camina por la galería que forman las dos filas de butacas, se ubica, se sienta, se relaja; no es cualquiera, es un hombre desfigurado, fuego??, algún accidente golpeo su cara de manera violenta. Yo, solo sentía curiosidad por saber la magnitud del incidente que provoco tal masacre en su cara, en ese momento el individuo extrajo de su costado un cassette, si una cinta que introdujo en un Personal Stereo. No pude evitar sentir pena, pero no lastima, tristeza, melancolía, como hacia mucho tiempo no sentía, de alguna manera sufrí, no podía explicar el grado de dolor que sentía, aterrado continuaba mirando al personaje desfigurado, el bus seguía avanzando como siempre, como lo hacia todos los días, para mi ya no era lo mismo, el bus se llenaba, gente de pie colmaba la galería, sin embargo el asiento derecho del individuo seguía vacío. Mi pena crecía, no podía entender la vida de ese hombre, el aparato seria su compañero de viajes como mi música acompañaba horas de ocio en micro día tras día, mi compañero fugaz seguramente no lo era para el, su vida que estaba acompañada por ese aparato en todo momento se desarrollaba en soledad; qué seria de la vida de aquel hombre?, preso de su rostro, marcado por algún acontecimiento que no lo dejaba ser feliz; sentía pena, el dolor era gigante, imaginaba esa vida que no es, que es sufrir, que es estar acompañado solo por un Cassette y un Personal Stereo. Supe que el viaje no seria como todos los días.
(Wenthandt)